viernes, 6 de febrero de 2009

Lucrecia

El personaje de Lucrecia es muy interesante ... Tito Livio en su Ab Urbe condita (libro I, capítulos 58-60) hace un fantástico retrato de sus circunstancias vitales... y es que ser la esposa de Tarquinio el Soberbio le acarreo terribles consecuencias.

Lucrecia y su suicidio fue un tema utilizado por grandísimos pintores europeos como Tiziano, Botticelli, Rembrant, Durero, Sebastiano Ricci, Rafael, Joerg Breu the Elder o Casali, entre otros.
Tarquinius et Lucretia (Tiziano, 1571)

El compositor británico Benjamin Britten escribió la ópera La violación de Lucrecia en 1946.


En España un autor del siglo XVI, Juan Pastor, nos dejó su propia recreación de la historia de esta mujer en su obra Farsa de Lucrecia - Tragedia de la castidad. Reproduzco a continuación la lista de personajes y el argumento de la obra según su propio autor:

Farsa de Lucrecia - Tragedia de la castidad de Lucrecia, en la qual se introduzen las personas siguientes:

- el Rey Tarq[ui]no

- Collatino, duque de Collacia

- su hijo, Sexto Tarquino

- Lucrecia, su muger

- un negro suyo

- un bovo criado suyo

- Espurio Lucrecio, padre de Lucrecia

- Junio Bruto, Publio Valerio, parientes de Collatino.

Siguele el argumento en el qual se declara la hystoria, i ponese aquí para los lectores, mayormente para los que la presente hystoria no han leydo porque entiendan mejor el discurso de la presente obra:

"Escrive Dionisio Alicanasio en el quarto libro de las Antigüedades Romanas, que Lucrecia fue hija de Espurio Lucrecio Romano, excelente hombre, y fue casada con Collatino, duque de Collacia, ciudad junto a Roma. La cual, siendo muger de muy gran hermosura, Sexto Tarquino, superbo, se enamoró d'ella, y como por vezes repetidas la huviesse requerido de amores, nunca con ella pudo acabar nada. I vino a ser que, estando el Rey Tarquino, padre del dicho Sexto Tarquino, sobre una ciudad de los enemigos cerca de Roma, llamada Ardea que la tenía cercada, embió a Sexto Tarquino a proveer provisión pa[ra] el real a Collacia, donde estava Lucrecia, que no estava aý su marido Colatino, el qual quedava en el real sobre Ardea. Sexto Tarquino, como pariente de Colatino, marido de Lucrecia, fuesse aposentar a casa de Lucrecia como a casa de su pariente. Fue d'ella muy honorificamente hospedado i recibió muchas honrras. Pero como las llamas del amor que tenía a la dicha Lucrecia de contino viniessen en mayor aumento, considerando que entonces tenía aparejado tiempo para gozar d'ella, pensó la manera que para ésto ternía, i venida la noche, después que huvo cenado, fuesse a dormir. Y siendo passada gran parte de la noche, quando sintió que todos dormían, levantóse y fuesse a la cámara de Lucrecia, i díxole quién era, y amenazola que si diesse bozes que la mataría, y díole a escojer la una de dos cosas: o morir deshonrrada, o bivir reyna bien aventurada; porque si no consentía en su voluntad, que él la mataría y juntamente a un negro suyo, y que diría que los havía hallado en adulterio, y como /Aij r/ vengador de la injuria de su pariente que los havía muerto. Y que si consentía en lo que él quería, le dava palabra que la tomaría por muger y sería reyna con él, porque como hijo mayor havía de heredar el reyno de su padre. Oyendo ésto, Lucrecia con temor de la innominiosa muerte que Tarquino la amenazava, eligió por mejor suffrir por entonces qualquiera deshonrra en su persona. Ansí que Tarquino la forçó y durmió con ella. Otro día siguiente, Lucrecia se vistió de luto negro y embió a Roma por su padre Espurio Lucrecio i por Junio Bruto, i por Publio Valerio, parientes de su marido Colatino. Los quales, venidos de Roma en Collacia, a la sazón que llegaron llegó Colatino de la guerra de Ardea, y luego, Lucrecia, en presencia de los quatro ya dichos, contó la trayción i fuerça que le havía hecho Sexto Tarquino, i rogándoles que la quisiessen vengar, sacó un cuchillo que secreto traýa i matose. El cuerpo le fue puesto en unas andas y llevado a la plaça mayor de Collacia, donde toda la gente ansí de Collacia como de Roma, supiendo la trayción que Sexto Tarquino havía hecho a Lucrecia, por cuya causa havía sido su muerte, todos se aprejavan para destruyr a los Tarquinos. La vengança d'esta señora fue tal que en pocos días fueron los Tarquinos destruydos del Imperio Romano, y hechados en tierras estrañas; y no consintieron los ramanos que otro rey ninguno reynasse. Antes, de allí adelante, la ciudad se governó por consulados. Los primeros consules que fueron constituydos en Roma fueron, Junio Bruto, i Colatino, marido de Lucrecia."

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