Entre la mitología y la realidad... está el reino del dios de los Infiernos
Averno era el nombre antiguo que se le daba, tanto por griegos como por romanos, a un cráter cerca de Cumas, Campania. Se creía que era la entrada al Hades (el inframundo). Posteriormente, la palabra pasó a ser simplemente un nombre alternativo para éste. Hades para los griegos o Plutón para los romanos es el dios de los Infiernos.
Según el escritor griego Diodoro Sículo, el Averno sería un lago. Relata como Heracles desde la llanura Flegrea, descendió hacia el mar y realizó unas obras a orillas del lago llamado Aorno, que se consideraba consagrado a Perséfone. Áornos significa "sin pájaros", el lago al que no se acercan los pájaros; es el Averno (Avernus), que ocupa el cráter de un volcán apagado entre Miseno y Dicearquia, antigua colonia samia. La palabra averno viene de los vocablos griegos a: 'sin' y ornis: 'ave'. Esta etimología se refiere a que las aves no cruzaban este lugar por ser un cráter que expulsaba gases tóxicos.
Antiguamente estaba separado de otro lago cercano, el Lucrino, pero en el 37 a. C., el cónsul Agripa construyó un puerto militar eliminando la franja costera entre el Lucrino y el mar, y abrió un canal navegable entre el Lucrino y el Averno y una galería subterránea entre el Averno y Cumas.
Según el escritor y geógrafo griego Estrabón, el Averno era un golfo, que formaba una península con el espacio de tierra comprendido entre el cabo Miseno, comenzando desde la línea transversal que une Cumas y el propio golfo.
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