jueves, 16 de abril de 2009

Rituales funerarios en Roma

En los ricos y la clase media alta
Los ritos de entierro son muy similares a los griegos aunque la pompa y el boato de las exequias es ampliamente mayor en los romanos. En los primeros tiempos fue más popular la inhumación en la necrópolis, esta fue reemplazada en popularidad por la cremación en el primer y segundo siglo del imperio y luego la inhumación volvió a aparecer cuando aumentó la población cristiana ya más cerca hacia la caída del Imperio.
Describiremos la exequias y ritos que más caracterizaron a Roma. Estos eran muy importantes para la familia del difunto, y para el difunto mismo también ya que era costumbre que este organice ciertos aspectos de su procesión fúnebre y morada final antes de morir. Las familias más adinerabas contrataban organizadores que se encargaban de armar el cortejo, los cuales se encargaban de traer desde músicos que iban delante de las exequias hasta "lloradores" para mostrar al muerto cómo un ser grande, llorado y reverenciado por otros. Dependiendo de lo ilustre del difunto la exhibición de este al publico podía durar hasta una semana.
Con respecto a los elogios fúnebres se hacia diferencia entre jovenes y ancianos, como podemos ver en los escritos de Plutarco, Biografía de Julio César, en referencia a la muerte de su familiar.

Los músicos que marchaban delante del cortejo lo hacían entonando temas fúnebres. Cuando era alguien de mucha importancia el cortejo se detenía delante del foro y un familiar cercano pronunciaba una oración frente al carro mortuorio. Como mencionamos, la intención de señalar que continuaba la vida después de la muerte hacía que al difunto se lo saludara como a un ciudadano marchando al exilio y no como a alguien finado.

consul

Una vez dada la oración, y en algunos casos el discurso, los familiares se dirigían hacia la pira funeraria -siempre fuera de la ciudad- cargando máscaras de cera y esculturas de sus familiares muertos anteriormente, como si todos estuvieran presentes. Antes de encender el fuego un familiar cercano se acercaba donde el muerto y abría sus ojos para permitirle ver por última vez la luz, luego de esto se cerraban los ojos pronunciando el nombre del extinto para luego depositar una moneda en su boca -con el objetivo de que este pague su viaje al más allá a Caronte, el barquero del Estigia en el inframundo-. Posteriormente seguía el encendido de la pira por los familiares más cercanos y se entonaba una eulogia en honor al difunto. El fuego era extinguido con vino -era muy normal que se evitaran mojar las cenizas para que el difunto no vague ebrio por el otro mundo- y las cenizas eran recogidos por los familiares más cercanos, generalmente las madres o los esposos/as. Lo huesos, aun calientes, eran lavados con vino añejo o leche, una vez calientes se depositaban en una urna funeraria llena de flores.

Al día siguiente se celebraba un banquete póstumo o fúnebre, en el cual se comía en honor al muerto. Estas comidas luego eran celebrada en aniversarios para conmemorar al difunto. Era normal que si la familia tenía un posición económica invitara al pueblo a distintos juegos sangrientos donde veían a dos gladiadores boxear con guantes dotados de planchuelas de plomo, esta tradición impuesta por los hermanos Bruto en honor a su padre, tal vez tiene un precedente Homérico.

Era normal que los familiares, en constante recordatorio de sus antepasados, visitaran periódicamente las tumbas depositando flores y distintos manjares. Comidas eran celebradas y se pedía a los familiares de guía y consejos en el más allá.


En los pobres

Muy diferente era para los pobres, muchas veces arrojados como animales en las fosas comunes fuera de las ciudades para dejarlos pudrir, y posteriormente incinerados en estas mismas fosas comunes. Estos eran recogidos de las calles de la ciudad en las más congestionadas partes urbanas de Roma y eran llevados por cuatro necróforos en un ataúd de alquiler a la noche.

Los necróforos, y generalmente los asociados a la industria de la muerte, debían vivir fuera de la ciudad ya que se creían contaminados. Los romanos asociaban a la muerte con la contaminación, no solo material sino espiritual, es por esta razón que los entierros debían realizarse de noche y fuera de la ciudad. Los necróforos vivían aislados en comunidades fuera de las paredes de la urbe.

Curiosidades

  • Los romanos creían que el fuego y las almas eran de similar naturaleza, razón por la cual creían que la cremación permitía que ésta llegue más rápido al otro mundo.
  • Plinio nos da una gran cantidad de relatos sobre los rituales funerarios, entre ellos el que estaba terminantemente prohibido cremar a un niño que no tenga la dentadura completa.
  • Muchos romanos creían que las almas de los padres quedaban en algún lugar de la casa.
  • Si los ritos funerarios no eran celebrados correctamente el difunto vagaría perdido durante mil años a las orillas del Estigia.

Fuentes: http://www.imperivm.org/articulos/ritos-funerarios.html

2 comentarios:

MaDi dijo...

Bueno, pues, ya que estamos con esto de los muertos en la Antigüedad ... ¡¡Atención!! Pregunta: ¿qué son los lémures?

eMfOrthRee dijo...

Son los espíritus de los muertos,de los aparecidos.